Nunca se me han dado bien las manualidades. Cualquier intento de dibujo, maqueta o diseño ha concluido en un fracaso estrepitoso. Y así ha sido desde mi tierna infancia.
La clase de Plástica nunca fue mi favorita. La mayoría de mis compañeros la disfrutaban, ya que era aquella parte del horario escolar en que menos había que esforzarse (aparte de Educación Física, otra de mis pocas clases odiadas) y hasta te lo podías pasar bien haciendo dibujitos y demás chorradas. El primer suspenso de mi vida se lo llevó esa clase, en sexto de primaria, con un cruel "necesita mejorar", frente a todos mis "progresa adecuadamente".
La mayoría de mis creaciones por aquel entonces han desaparecido a lo largo de los años, recluidas en viejos armarios del trastero sin ninguna intención de volver a verlas en mucho tiempo. Sin embargo, hay una de ellas que ha permanecido en mi habitación desde el día en que su creación en el aula concluyó. Os presento al ángel Ñordito.
El ángel Ñordito, al que acabo de nombrar en este momento (ya que en todos estos años no le había puesto ningún nombre: ya tenía suficiente), se ha mantenido en la mesilla que tengo al lado de mi cama en estos 10 años, sin sufrir más daños que la fractura de su brazo derecho y... bueno, sólo tenéis que verlo.
Y sí, por complicado resulte a simple vista, Ñordito es un ángel. Con problemas, pero es un ángel. O al menos ese era el propósito con el que fue creado, a parte de su falta de trasero que sirve para colocar una vela con la que iluminará... algo.
Su posesión más preciada es un libro azul o una colchoneta, aún no se ha decidido claramente cuál es el objeto que porta con tanto talante. También cuenta con un elegante lazo rojo al cuello, el objeto que para desgracia de Ñordito ha sido el único que puede ser reconocido fácilmente por el ojo humano, e incluso siendo así, no roza la perfección o el aprobado.
Pese a todas estas penurias, Ñordito esboza una sonrisa. Pero es una sonrisa falsa. Ñordito sufre. Sufre mucho. Tal vez sea por la desigual forma de sus ojos, tal vez sea por sus entradas y pelo aparentemente sucio, tal vez sea por que tanto uno como otro comparten el mismo color. Pero Ñordito sufre. Aunque sonría, sufre.
Por si fuera poco, Ñordito tiene impresa una letra "B" en sus bajos, una marca que le distinguirá de por vida de otros ángeles deformes hechos de arcilla. Todos y absolutamente todos sabrán que Ñordito fue creado por un valiente joven llamado Borja que, en el intento de aprobar la ardua asignatura de Plástica, trajo a la vida a un ángel que sufre, lee un libro azul y es negro diferente.
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