La ciudad enloqueció. Gente de aquí para allá, corriendo, gritando, chocando, llorando. El nivel de locura de los transeúntes aumentaba por momentos. Ventanales de escaparates de tiendas destruidos, sirenas de policía y humo de distintas tonalidades se repartían por las calles, presentando un aspecto de apocalipsis próximo.
BONG. BONG. BONG. La campana de la ciudad resonó con fuerza y todo el bullicio paro de inmediato. Resultaba que el cambio de hora no era tan trágico como habría cabido esperar.
...
ResponderEliminarAsí me he quedado xDDDD